1. Introducción
1. Introducción
00:00
00:00

Cuando en septiembre de 2020 el Ministro Speranza nombró la Comisión para la reforma de la atención sanitaria y social a la población de edad avanzada, el panorama epidemiológico de la pandemia de Covid 19 era oscuro y lleno de incógnitas. Sobre todo, la observación preocupante que dominó a nivel mundial fue que las personas mayores, particularmente aquellas en centros residenciales, representaban las principales víctimas de la enfermedad. En residencias de ancianos, residencias de ancianos y RSA se estaba produciendo una auténtica masacre, agravada por las condiciones de aislamiento en las que vivían los enfermos y, lamentablemente, morían. Por tanto, es también una tragedia para las familias, hijos y nietos que no habrían podido volver a ver y abrazar a sus seres queridos debido a la separación impuesta en estos entornos.

Era necesario un nuevo enfoque y una nueva mirada a esa edad de la vida que ahora todos alcanzan, una meta feliz pero desafiante del progreso y desarrollo humanos de los dos últimos siglos. Por este motivo se decidió, al abordar el programa de una reforma radical de la asistencia, partir de una revisión y enunciación de los principios para la defensa de los derechos y el respeto debido a las personas mayores -una población que hoy supera con creces el 20% de la población-. la población total en Italia y Europa, pero creciendo en todo el mundo.

De ahí la necesidad de redactar la Carta de los derechos de las personas mayores y de los deberes de la comunidad, para que todas las generaciones puedan encontrarse en una alianza por un futuro garantizado en dignidad y en servicios futuros a los que llegaremos todos mañana, incluso en el de hoy. gente joven. La Carta tenía que inspirar la reforma y tenía que convertirse, según nuestras intenciones, en el vehículo cultural, político y programático para un cambio de paradigma radical, que colocara a las personas mayores en el centro de la vida social y colectiva.

Por ello se colocó al comienzo de todo el documento sustancial elaborado por la Comisión Esperanza y entregado al presidente Draghi en septiembre de 2021. Se trataba además de proponer a toda la sociedad, a todas las generaciones, sus deberes para que la derechos de las personas mayores. De ahí la unión, en el título, de “derechos” con “deberes”. La Carta, también en este sentido, quiere inspirar una nueva manera de concebir la sociedad de forma articulada entre generaciones. El Primer Ministro, en aquella ocasión, declaró: "El trabajo realizado por la Comisión es extraordinario", afirmó el Presidente Draghi. “Se trata – añadió – ​​de una iniciativa de enorme importancia social y ética. Italia debe garantizar los derechos de las personas mayores, el respeto a la dignidad de la persona, en todas las condiciones. La atención social y sanitaria debe ser adecuada y responsable. Por lo tanto, el Gobierno apoyará la propuesta de intervención presentada hoy".

De hecho, en los meses siguientes nació la Comisión para las políticas en favor de la población mayor, presidida por el Subsecretario de la Presidencia del Consejo Garofoli, con sede en el Palacio Chigi, para dar sustancia y concreción a la reforma propuesta. . La reforma se inspira en los principios de la Carta y pretende implicar a los jóvenes y a todas las generaciones en una batalla que devuelva una nueva dimensión a la vida de una persona mayor con respeto y dignidad, pero también en una vida menos marginada y menos aislada.

En definitiva, es un mensaje precioso que Italia, uno de los países más antiguos y longevos, transmite al mundo entero para un destino común más humano y respetuoso de los mayores.

Vincenzo Paglia